¡Brindemos por un final feliz!

 

Hace unos años me encontré en una situación insostenible, sentí que me había desconectado completamente de mí, echaba la vista atrás y era incapaz de llegar al momento en que esto había empezado a desencadenarse; y en realidad daba igual, no era relevante cuándo hubiera comenzado a suceder, lo importante era saber qué iba a hacer con ello ahora que era consciente de lo que me estaba ocurriendo.

Ahí empieza siempre todo, en el momento en el que te haces consciente de que algo se está moviendo. Fue entonces cuando dije: – ¡Basta! Quiero hacer algo para salir de aquí y recuperarme de nuevo a mí misma! Pero a priori no tenía idea de qué hacer para eso, entonces me escuché y me di cuenta de que lo que mi cuerpo me estaba pidiendo a gritos era escapar, irme sola donde pudiera estar ausente de ruido, donde pudiera evadirme del mundo, donde pudiera respirar con fuerza, donde me pudiera sentir tranquila y en paz.

Empecé a googlear tipo: “evadirte unos días”, “desconectar”… Finalmente di con un retiro que consistía en meditar durante diez días sin parar y en el que había que estar en silencio desde el inicio hasta el final; al leer la información, se apoderó de mí un sentimiento igual de vertiginoso como liberador, y con esas sensaciones internas en mi cuerpo tal cual, me apunté.

Lo que experimenté en esos diez días marcó sin duda, un antes y un después en mi proceso vital. Me resultó esclarecedor apreciar cómo cualidades que hasta entonces consideraba ajenas a mi persona como la constancia, la fuerza de voluntad, la tenacidad, etc, formaban parte de mí. Al mismo tiempo conseguí conectar 100% de nuevo conmigo, calmar mi inquietud, eliminar mi insatisfacción y  frustración, etc.

Desde entonces, he ido incorporando otras prácticas a mi vida como yoga, mindfulness, alimentación saludable… que enriquecen y dan forma a mi propio estilo de vida; un estilo de vida que me ayuda a mantenerme en estado de consciencia, de flow, de bienestar y que por ende me permite sentirme coherente, tranquila, satisfecha, en paz, sobre todo eso, en paz y feliz; y que desde hace tiempo comparto con personas que como yo, buscan y necesitan desconectar para conectarse de nuevo.

Esta es una de mis historias, la historia que hoy te traigo y comparto para mostrarte que ese final de paz también puede ser el final de tu propia historia.